Uno de los lugares más importantes del mundo para realizar investigación y educación en el neotrópico está en riesgo- No de desaparecer, si no de perder su acceso.
Es un arreglo sencillo – Necesitamos reparar 18 kilometros de carretera y 10 puentes de madera in el Parque Nacional Soberanía, Panamá
Con tu ayuda, Podemos contruir algunos del los puentes más especiales del mundo.
Su donación nos ayuda a seguír enseñando a miles de estudiantes de secundaria, pregrado y turistas del mundo entero cada año. Juntos, podemos continuar llevando a cabo el estudio más antiguo de captura y anillamiento de aves en el neotrópico. Juntos, podemos trabajar para conectar a las comunidades locales con oportunidades y carreras científicas y de divulgación que generen importantes impactos económicos y ayuden a diversificar la ciencia.
Necesitamos su ayuda para construir puentes -- entre culturas, entre preguntas y descubrimientos, entre la entrada del camino del Oleoducto y las maravillas de su ecosistema, a las que solo se puede acceder a través de una carretera.
Done ahora y luego siga leyendo para conocer los detalles sobre esta singular carretera y sus 10 puentes esenciales
En el mundo existen contados lugares accesibles en donde mientras se camina por un carretera de 18 Kilometros de largo --cruzando puentes de madera y acero que atraviesan arroyos claros -- se pueden observar y escuchar más de 525 especies de aves, 105 especies de mamíferos, 79 especies de reptiles, 55 especies de anfibios y 31 especies de peces de agua dulce. El camino del Oleoducto en el centro de Panamá, adyacente al Canal de Panamá, es uno de esos excepcionales lugares. A medida que se cruza cada puente, se pueden atisbar garzas del sol, grisones y caimanes en el río, y con cada puente que se cruza, el bosque se vuelve más húmedo y la comunidad de plantas y animales cambia.
El Camino del Oleoducto fue construido en la década de 1930 por la Marina de los Estados Unidos para dar servicio a un oleoducto transoceánico diseñado para proporcionar petróleo en caso de que el Canal de Panamá fuera atacado alguna vez. El Oleoducto nunca fue utilizado y en 1980, el área pasó a formar parte del Parque Nacional Soberanía, un área protegida de bosque húmedo tropical de 22.000 ha en el centro de Panamá. Durante décadas, el Camino del Oleoducto ha sido visitado cada año por miles de turistas, científicos y estudiantes interesados en aprender sobre este diverso mundo tropical.
El bosque en esta región es prácticamente imposible de navegar. El Camino del Oleoducto es el portal al bosque. Sus 10 puentes permiten atravesar ríos enclavados en abruptos barrancos. Desafortunadamente, los puentes se están cayendo a pedazos y la carretera está desapareciendo rápidamente a medida que el bosque vuelve a tomar el control. Durante el último año, gran parte de la carretera se ha vuleto inaccesible.
Han pasado casi 15 años desde la última vez que la carretera y los puentes fueron reparados. El bosque lleva más de una década retomando la carretera, desgastando los puentes. Sin el camino del Oleoducto y sus puentes, la investigación, la educación y el ecoturismo que tienen lugar allí se perderían. Lo cual sería una tragedia económica para la región, y una pérdida irremplazable para el conocimiento científico del Neotrópico.
Hoy en día, gracias a la biodiversidad y la accesibilidad de el Camino del Oleoducto, investigadores y jovenes científicos de más de 20 países diferentes, visitan este lugar anualmente para investigar novedosas preguntas que solo se pueden responder aquí. Ellos continúan con una importante tradición: varios investigadores han realizado descubrimientos científicos en el Camino del Oleoducto durante los últimos 50 años.
Por ejemplo, el estudio de captura y anillamiento de aves de mayor duración en el Neotrópico, actualmente en su 43º año, es llevado a cabo en el Camino del Oleoducto. Este estudio es de vital importancia para predecir cómo las comunidades de aves y la biodiversidad pueden verse afectadas por el cambio climático. Además, las plantas han sido monitoreadas allí anualmente durante más de 20 años. Esta investigación, aún en curso es importante para comprender cómo el cambio climático impacta las reservas de carbono forestal. Estudios de murciélagos, analizan cómo estos animales aprenden, cómo se alimentan y cómo ayudan a las comunidades de plantas mediante la polinización y la dispersión de semillas. Otros, estudios de grandes felinos, como jaguares y ocelotes, nos ayudan a examinar el estado de estos icónicos depredadores tropicales. Estos son solo algunos de los muchos estudios que se realizan a lo largo del Camino del Oleoducto. Las investigaciones que se llevan a cabo allí abarcan el bosque entero, desde el suelo hasta las copas de los árboles de 40 m de altura, e incluyen estudios en muchos tipos diferentes de animales, plantas, hongos y microorganismos.
Desde el año pasado, un ingeniero y más de 100 jóvenes científicos y residentes, han ofrecido su tiempo y trabajo como voluntarios para reconstruir cuidadosamente puentes y reparar el Camino del Oleoducto. Somos el Equipo de Construcción OVS (por su nombre en ingles: “Oleoducto Volunteer Services”), liderado por el ingeniero Andrew Coates de Cresolus, una empresa de ingeniería orientada al desarrollo sustentable en áreas protegidas en el trópico.
Con este equipo de personas dedicadas, estamos construyendo puentes entre personas de diferentes países y culturas. Trabajamos con el objetivo común de hacer accesible esta carretera de nuevo. Queremos hacer del Camino del Oleoducto un lugar que pueda, una vez más, ser utilizado por cualquier niño de 5 años que quiera encontrar su primera rana arlequín. Para el estudiante de 20 años que realiza su primer experimento, y para la científica de 40 años que ha pasado su carrera entera allí, respondiendo preguntas sobre la biodiversidad. El Camino del Oleoducto puede volver a ser un lugar maravilloso y de aprendizaje para la pareja de 70 años que camina por la carretera con sus binoculares y cámara en mano.
Hemos hecho lo que hemos podido. Ahora, necesitamos fondos para equipos más específicos, que incluyen una mezcladora de concreto, carretillas, un remolque para transportar madera, motobombas, equipos de seguridad y más. Su donación nos ayudará a comprar este equipo, que es esencial para la siguiente fase de construcción de los puentes y la reparación del Camino del Oleoducto.
El Camino del Oeloducto es un lugar mágico con muchos nuevos descubrimientos aún por hacer. Con la ayuda de su donación, podremos seguir utilizando el Camino del Oleoducto para la investigación, la educación, la divulgación y el descubrimiento en los próximos años. ¡Gracias y esperamos verte en el camino!